«KONTSEJUTIK» herritarren txokoa
Revista municipal de Legazpi, número 5 de Enero 2014
LOS VACIOS DE AINHOA MURUA NOS UNEN - CARTA
En este artículo no me referiré a los méritos de investigación de Ainhoa, por muy bueno que sea su currículo de juventud (Premio extraordinario de doctorado, Premio SPLC-CRS mejor Tesis Doctoral, Premio de Investigación e Innovación en Materia de Medicamentos de la Asociación Española de Derecho, etc.)
Sin duda Ainhoa era una excelente investigadora, pero nuestra legazpiarra tenía otras muchas virtudes que me gustaría mencionar. Ainhoa creía en el trabajo en equipo y no le gustaría, así que si solo hablara en primera persona. De todas formas, con su permiso situaré el inicio de esta locución en otoño de 2007, con la breve narración de mi primera relación con ella.
Yo era nuevo en el laboratorio y en aquel momento me pusieron en el lugar de una chica que estaba haciendo la estancia en Alemania. Recuerdo aquel email como si ocurriera ahora mismo, el mensaje de que cuando volvía quería su sitio libre. Me asustó del todo y no me quedé tranquilo, al poco tiempo, hasta que llegó el mensaje que me escribió para darme la bienvenida, aquello fue la «novatada» a pagar y la señal del buen humor de Ainhoa. Después de volver de Alemania repartió conmigo el poco espacio que tenía y durante dos años hasta que construí el Centro de Investigación Lucio Lascaray tuve el honor de ser la pareja de mi laboratorio, Ainhoa era muy generosa. Con Ainhoa a mi lado me integré fácilmente en el grupo, además los dos Tauro y por si fuera poco 5 días mayor que yo.
Como había prometido antes, dejaré de actuar en primera persona y trataré de concretar más lo que Ainhoa era para nosotros: a menudo nos sentíamos muy pequeños a su lado. Tenía las ideas muy claras, los objetivos que perseguía siempre presentes y un tremendo deseo de trabajo. Mientras los demás luchábamos con las nuevas tecnologías, él utilizaba aplicaciones que en el nuestro todavía no eran conocidas. Las primeras BlackBerry en el laboratorio fueron de Gorka y Ainhoa y en el ordenador tenía una aplicación spotify para escuchar canciones de moda, a Ainhoa le gustaba escuchar música y bailar, a su lado los días eran más alegres. ¿A cuántos enseñaste a microcápsular las células? ¿A cuántos diste ánimos cuando todo parecía de color negro? ¿Cuántos artículos revisados? ¿Cuántos proyectos proponer? ¿Cuántos ratones ayudar a manejar? Y siempre con una sonrisa en la cara. Ainhoa era Lider y además nos convencía totalmente Lider.
De palabra es imposible explicar lo que para nosotros era Ainhoa. La compañera que cualquiera querría, la que veía por encima de sus intereses las necesidades del grupo, la chica que a la vuelta de una mesa, en la tibieza del café con leche, ofrecía una conversación deliciosa con cualquier otro cuidado de la investigación o de la vida, siempre dispuesta a ayudar, exigente, llena de pasión y capaz de sacar a cada uno lo mejor de nosotros mismos.
Está claro que te echamos de menos y aunque la vida siga adelante y estés inmersa en la vorágine de los deberes cotidianos, tal es tu gran ausencia que cada día estás presente en el laboratorio. Cuando cultivamos las células, nos acercamos al rincón donde te ponías y sobre todo cuando leemos tu nombre en los pósters de las investigaciones en las que participaste.
No quisiera terminar sin subrayar que la palabra vacío tiene un sentido negativo en sí misma, pero la ausencia de Ainhoa ha sido capaz de hacer posible lo que parecía imposible. ¡Ainhoa, has sido capaz de unir a gente dividida!
Jon Zarate Sesma en nombre de los miembros del LABORATORIO DE LA FACULTAD DE FARMACIA DE LA UPV/EHU